Filtrar información es divertido si hablamos de dispositivos móviles u otros productos tangibles. Es decir, si se filtra el nuevo Galaxy, todos nos alegramos. No ocurre lo mismo en los momentos en los que se filtra información confidencial de las empresas. En esos momentos la cosa se complica. Y si no, que se lo digan a James Dunham, que ha sido sentenciado por filtrar información de BlackBerry.
Como decimos, este tipo de filtraciones corporativas no son divertidas. Lo que hizo James Dunham, un hombre de 60 años, fue vender información confidencial. Dunham, empleado de Verizon Wireless, durante una larga temporada, ha sido sentenciado a 5 meses de prisión debido a ello. También ha sido castigado con cinco meses de confinamiento en casa y con una multa de 76 mil dólares que tendrá que pagar por fraude de información.
Dunham ha admitido de vender información privada de BlackBerry a un grupo de inversión de Boston sobre la industria wireless, incluyendo el informe de ventas del año 2013 que la empresa canadiense mandó a sus inversores. También informó de movimientos sobre el inventario producido en sus propias tiendas. Algunos de los documentos filtrados por Dunham llegaron a producir consecuencias graves en el entorno de BlackBerry, lo que al final derivó en que tuvieran que mover pieza.
Este tipo de filtraciones nunca llegan a buen puerto si hay sólidas investigaciones de por medio. En el entorno de BlackBerry se han sufrido muchos problemas en los últimos tiempos y la empresa intenta poner remedio a todos los que logran investigar de forma exitosa. En el caso de las filtraciones producidas por James Dunham, posiblemente van a servir de ejemplo y demostración para que otros filtradores no lleven a cabo acciones similares.
Se pueden filtrar móviles, pero datos confidenciales de las empresas… eso es harina de otro costal.
Vía: Reuters